Si bien crisis y oportunidades parecen dos términos opuestos, algunos especialistas coinciden en afirmar que van de la mano. Es decir, que de toda crisis nacen nuevas oportunidades para aprovechar, lo piensan algunos economistas que, contrario a todo pronóstico, aconsejan invertir, y también especialistas en materia laboral, como el licenciado en Psicología de la Universidad de Buenos Aires, Alejandro Licht, quien hoy disertará en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) sobre “Contexto de Crisis y Vulnerabilidad Laboral”.

EL TSUNAMI. Por lo general, la gente percibe las crisis en forma similar a un fenómeno natural de características catastróficas, como los tsunamis. Es difícil persuadir al ciudadano común de que las crisis son cíclicas y que esta no es la primera y, lo peor, es que tampoco será la última. Para Alejandro Licht, psicólogo de la UBA y especialista en transiciones educativas y laborales, lo primordial para hacer frente a una crisis es tomar conciencia de ella. “La gente debe estar preparada para asimilar las crisis, saber que se volverán a repetir y aprender de las que ya pasaron.

En algunos lugares del mundo, pasado el tsunami, se vuelve a construir, y la gente vuelve a poblar la zona”, explicó Licht. “Durante los últimos 25 años, el país ha afrontado 4 crisis fuertes, todas con características distintas. Por ejemplo, en el ‘89 vivimos la hiperinflación; en el ‘95, el efecto tequila; en el 2001, la caída de De la Rúa, y ahora esta del 2008, sin mencionar como crisis la apertura de mercados de los ‘90, con la era de las privatizaciones, que a nivel laboral significaron un verdadero problema”, comentó el especialista. Para el psicólogo es de vital importancia no perder de vista que las crisis son fenómenos que llegaron para quedarse y que se repetirán cada vez con más asiduidad en el tiempo.

LA INCERTIDUMBRE POR EL EMPLEO. Cada crisis trae aparejadas incertidumbre y angustia en todo ámbito laboral, la gente comienza a temer por su estabilidad, ve alterado el valor de sus bienes e, inconscientemente, este malestar produce estragos en las redes familiares del sujeto.

EDUCAR EN AUTOGESTIÓN. Según Licht, al ciudadano común no se le brindan elementos para enfrentar una crisis. “Al ciudadano de a pie, como lo llaman ahora, cuando viene una crisis lo dejan que se las arregle como pueda, y no es así. Es responsabilidad del Estado, del sistema educativo y, sobre todo, de las universidades. Podrían ser también las empresas, pero en menor medida, las que le expliquen a la gente lo que es una crisis y cómo afrontarla”, afirmó el especialista. “A todos nos educan para ser buenos empleados, pero no nos enseñan a autogestionar nuestra carrera profesional por si alguna vez perdemos el trabajo.

Y esto es fundamental. Ya no existen trabajos para toda la vida, pero no en Argentina, sino en el mundo, y es con este concepto que se debe educar. Debemos aprender a procesar el malestar que genera una crisis pero, para ello, es necesario tener elementos para comprenderla”, enfatizó Licht, y agregó: “Como figuró el economista Adam Smith, el capitalismo –y esta es una era capitalista– destruye riqueza para generar riqueza nueva”. Así, las crisis son propias del capitalismo, al igual que la destrucción cíclica de sectores laborales completos, como ocurrió con el ferrocarril, el correo y otros.

EL PLAN B. Ya en el terreno de posibilidades de salir bien parado de una crisis, para el psicólogo laboral lo más importante es tener un plan B. “La gente debe aprender a autogestionar su propia carrera laboral, es decir, en contexto de vulnerabilidad, es vital que uno mismo genere su propia empleabilidad, nadie va a llamarte para ofrecerte algo, eso se acabó, la fidelidad en el ámbito laboral se acabó. Es por ello que es vital tener un plan B.

Esto es, aparte de un trabajo formal y seguro, es necesario tener otros proyectos, puede ser un hobby, un sueño, algo que le gustaría hacer y que quizá, perdido un empleo, puede cristalizar como un proyecto económico sustentable, un proyecto en caja que pueda trabajarse ante una urgencia”, explicó Licht. “Pero para ello es preciso que el sujeto sepa evaluar las oportunidades de un proyecto, tener una visión global de oportunidades, y es ahí donde juega la formación, pero no sólo de capacidades y contenidos, sino de competencias, que son algo más profundo y psicológico, es algo actitudinal, y es cada uno, desde uno mismo, que debe encontrarlas. Pero mucho mejor si tuvimos los elementos para entender y procesar que son los que deben dar el sistema educativo y las universidades.

LOS SINDICATOS. Pasado el tsunami de un despido, los sindicatos se aprontan a la protección económica de los intereses del sujeto, pero nada hace por la contención y guía del nuevo desocupado. “Los sindicatos podrían ayudar también. En la actualidad, el sujeto cobra la indemnización y listo, nadie lo guía en qué hacer con ese dinero, en empezar un proyecto propio evaluando todas las aristas”, afirmó Licht. De este modo, para los especialistas es imprescindible saber que a todos la crisis los puede afectar, pero con conocimiento, actitud, esperanza y sueños, es un poco más fácil y llevadero volver a comenzar.